«Desayuno en Tiffany’s” es una película icono de los años sesenta. Dirigida por Blake Edwards y estrenada en 1961, sigue cautivando audiencias que ven en su protagonista, Holly Golightly, una heroína disruptiva y caótica. 

Basada en la novela homónima de Truman Capote, la historia nos transporta a la glamorosa Nueva York de los años 60, donde el romance, la moda y la búsqueda de identidad se mezclan en una narrativa elegante y conmovedora.

Audrey Hepburn es única como Holly Golightly. A pesar de no haber contado con la venia de Capote -quien deseaba que su protagonista fuera interpretada por su amiga Marilyn Monroe-, la encantadora Hepburn tomó el riesgo de dar vida a una joven de dudosa reputación, enigmática, impredecible, inestable y caprichosa, cuyo estilo y carisma le permiten vivir despreocupada en la Gran Manzana.

Blake Edwards se preocupó de capturar la magía de Nueva York con sus impresionantes tomas de la ciudad que nunca duerme y sus locaciones icónicas. La música es otra protagonista con el tema “Moon River interpretado por Hepburn dando el toque de ensoñación y convirtiéndolo en un himno de amor y esperanza.

Sin embargo «Desayuno en Tiffany’s» no es una película romántica en su totalidad, es también una crítica a la sociedad de la época y a la búsqueda descarnada del éxito, por la que se es capaz de olvidar la propia identidad y las motivaciones iniciales.

Con más de 60 años  «Desayuno en Tiffany’s» es una joya del cine que sigue vigente, su historia, actuaciones magistrales y la estética impecable, hacen de esta película es un clásico atemporal que siempre da satisfacción volver a ver.

Una respuesta a “Desayuno en Tiffany’s: Crítica social y romance en el Nueva York de los 60”

  1. Avatar de tamaraguillenr
    tamaraguillenr

    Muy interesante, sin duda es todo un clásico del cine que se hace interesante analizar bajo la lupa.

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